Su energía disminuye y esto, como un bucle, afecta a su historia rutinaria. Hay personas que tienen un prominente deseo sexual y disfrutan masturbándose de forma frecuente y no hay nada de malo en ello. El inconveniente viene cuando alguien empieza a mudar el fin de la acción, al tiempo que incrementa su continuidad. Es decir, la persona se vuelve adicta al sentimiento incitante, lo que se conoce como una adicción de proceso.
Para mujeres, el porcentaje es menor, del 60 %, y asimismo con afín frecuencia (1 a 3 por semana,pudiendo llegar a ser día tras día, o más). Como con un propósito de Año Nuevo en el primer mes del año, se encontraba tan convencido que he pasado el día prácticamente sin tentaciones. He escuchado una canción de hip-hop cuya letra afirmaba “grab his business” [agárrale el tema], que me recordó el experimento que estaba haciendo y me produjo una suave excitación. Otra consecuencia llamativa en las personas con adicción a la masturbación es que muestran falta de energía. El malestar que produce la sensación, unido a la falta de ganas por realizar otra actividad, así como el cansancio físico, provocan una fatiga característico.
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Hoy en día se redacta poco sobre la masturbación (si bien prosigue practicándose mucho). No solo en los testículos, sino más bien vacío cósmicamente, agotado, fatigado. Mi ensayo se ha acabado y la liberación no fué mucho más exitosa que una paja de resaca un domingo por la mañana. Me había estado conteniendo por voluntad propia, y ahora se había acabado. Pese a las disputas entre mi cerebro y mi pene he sobrevivido, el sol se ha puesto y el ensayo continúa.
Eso nos pasa por el hecho de que tras horas de haber tenido actividad sexual, ya sea coito o masturbación, nuestro cuerpo solicita mucho más. He ahí el pues ante una recaída de una vez, empezamos el ciclo de nuevo. De ahí que es importante meditar que nos logró recaer y buscar distraernos para no proseguir haciéndolo. Como dije en un comienzo, me agradaba bastante sujetarme el pene, lo tuve que dejar de hacer por el hecho de que eso me llevaba a masturbarme. Afortunadamente para mi, nunca tuve esa clase de material ni en mi computador ni en mi celular. Meditaba que me llevo a recaer y esas recaídas eran de realizar una sola vez.
Pero también hay mujeres, exactamente muchas que en sus vidas públicas aparentan los mayores remilgos, que gustan de proferir interjecciones escabrosas en instantes de excitación. Tales señoras agradecen la lectura de relatos escabrosos con plétora de palabras así como “poronga” y “chochazo”, los que asimismo exigen a sus parejas en instantes de efusión. Esta es la parte ridícula de en el momento en que dejas de masturbarte. La mayoría de los hombres que conozco involucionan después de 48 horas sin sexo; ven a las chicas de forma lasciva y se comportan como chimpancés. Es horrible por el hecho de que no existe nada peor que ser un estúpido que mira de manera lasciva y se comporta como chimpancé. Otros dicen que en el momento en que los hombres dejan de masturbarse en el transcurso de un tiempo son más pasionales en la cama y su esperma es de mayor calidad, pero esto no está comprobado.
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No obstante, debes saber que dejar de masturbarte hará que aumente tu deseo sexual. Según mi experiencia, irónicamente, la castidad se disfruta mejor en pareja. Si lo haces estando soltero, así sea como un reto sádico o por las ventajas, y te das cuenta que te le quedas viendo fijamente a las personas, detente de inmediato.
Habría sido más simple vivir con mis deseos, masturbarme y continuar adelante, en lugar de combatir contra la naturaleza. “Dejar de masturbarte no te va a matar”, apuntó el profesor Pfaus. Lo mucho más que duré sin masturbarme o tener sexo fueron tres semanas, es decir, 21 días sin clímax. Cumplí con mi trabajo, limpié mi casa y terminé proyectos personales que nunca había podido completar por desidia. Me percaté de que imponerse un intérvalo de tiempo de abstinencia tiene más provecho de los que creí, tanto para el cuerpo para el alma. En el momento en que te masturbas, con el orgasmo, tu cerebro libera dopamina, que es una substancia encargada de producir una sensación de deseo y placer como recompensa, y también serotonina, que genera tranquilidad y se hace cargo de sostener el equilibrio mental.
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Al fin y al cabo, la masturbación no tiene nada de malo. Al contrario, es una sección natural de la expresión sexual. No obstante, a lo largo de mis tres semanas de abstinencia, hubo un rayo de luz en la mitad de toda esa obscuridad.
Mis calzoncillos, y mi experimento, se han echado a perder. Sonreía para la cámara, cosa que le hacía menos atrayente. Las portadas de las revistas me han condicionado para creer que la multitud sexy no sonríe, que simplemente mira fijamente con los ojos llenos de lujuria y que sus pectorales, cara y abdominales están rodeados de titulares. No vi ningún anillo, pero es que se encontraba fijándome en otras cosas- le pasó la cámara y se puso a posar.
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Probablemente como un bloqueo para evitar la “pérdida de control” que, inconscientemente, vivía con responsabilidad desde su primera temprana experiencia. Se trata de un trastorno psicológico que puede provocar un enorme deterioro en la vida social y laboral. Quien presenta masturbación apremiante podría llegar al punto de no acudir a asambleas sociales con tal de tener mucho más tiempo para masturbarse o a interrumpir su horario laboral para saciar la necesidad en el baño. Búsquense un fundamento mas poderoso que su deseo de masturbarse, aférrense a él. Si recaen no se desanimen, a la larga una no es ninguna, pero tengan cuidado de que al recaer no empiecen llevarlo a cabo otra vez varias ocasiones. De las primeras veces que lo intente siendo adolescente, recaía y por el momento no dejaba de hacerlo.
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En él, la persona siente nerviosismo, irritabilidad, problemas, falta o exceso de apetito, insomnio e incluso temblores. No está claro si la masturbación hace un incremento o una disminución de los niveles de testosterona. Se presento en mi vida algo realmente esencial, bastante mas que mis deseos de masturbarme. Hoy día estoy casado, pero antes de casarme le confesé a mi en este momento esposa que tenia el habito. Pero un día salió el tema y ella pensó que lo había dejado en el momento en que nos casamos y empezamos a tener sexo.